Un blog de Miguel Ángel López Molina                                                                                                                   miguel@ylogica.com  

 

Estados de ánimo

Por todo lo que recibí,
estar aquí vale la pena.
Gracias a ti seguí
remando contra la marea
Así que gracias por estar,
por tu amistad y tu compañía,
eres lo mejor que me ha dado la vida

Pau Dones. Jarabe de palo

Sí, no lo voy a negar. Hay momentos en los que me siento feliz sin saber muy bien porqué, y en otros, siento que nada tiene sentido y que mi vida no puede seguir así ni un día más. Es como si estuviera atrapado en una existencia que se pudre como una manzana que, por no tener, ni tan siquiera tiene un tierno gusanillo que llevarse a la boca.

Pero, bienvenido a la realidad, mi querido amigo. En la vida es necesario que nos sucedan cosas para poder madurar, y es la vida la que nos gratifica o nos infringe dolor a partes iguales, o quizá no tan iguales. Es tan relativo todo, que a veces, sin darnos cuenta, perdemos el contacto con la realidad.

Hoy, la soleada tarde, está dando paso a la fresca brisa del anochecer en esta primavera tardía, preludio de un cálido verano. Camino despacio, no tengo prisa por llegar a ninguna parte. En mi mente, las notas de una canción taladran mis sentidos con más intensidad que este aire fresco del atardecer.

Y pienso que los estados de ánimo pueden compararse con las tormentas de verano: impredecibles y cambiantes. En un momento, pueden desencadenar una granizada que te hace difícil encontrar refugio, pero al siguiente, un sol radiante de esperanza puede iluminar tu rostro.

Sin embargo, a pesar de todo, lo que somos y lo que hacemos siempre está dentro de nosotros mismos. A veces, nuestro subconsciente puede traicionarnos y podemos no reconocer o valorar adecuadamente lo que sucede a nuestro alrededor. Cuando se trata de nuestras vidas, siempre requerirá un esfuerzo extra.

En muchas ocasiones, puede ser más fácil simplemente dejarse llevar, pero es importante reconocer y ser conscientes que la capacidad de controlar nuestras acciones y reacciones siempre reside en nosotros mismos. Somos los responsables de evitar que esos estados de ánimo nos conduzcan a situaciones de permanente melancolía, y sean el preludio que concluye en una depresión.

A veces nos podemos defender con técnicas de motivación tan sencillas como escuchar una canción, estas nos alivian y pueden hacer cambiar esos estados de ánimo.

Siempre he admirado la capacidad de síntesis que tienen las canciones para contar historias y expresar los sentimientos de su autor en tan solo unos minutos. Me fascina cómo pueden transportarte a otro lugar o hacerte sentir distintas emociones dependiendo de cuándo o cómo las escuches. Son como pequeños libros sonoros que te cuentan al oído que la vida merece la pena vivirla, y que amar es el antídoto perfecto contra la tristeza y el abatimiento.

A pesar de todo, me doy cuenta de lo difícil que es explicar con palabras las sensaciones que se producen cuando quieres a alguien. Es un sentimiento tan complejo y profundo que a veces se escapa de nuestras palabras y se queda en nuestro corazón, como un secreto que solo nosotros podemos entender y sentir. Pero, aunque no siempre podemos expresarlo con palabras, el amor sigue siendo el sentimiento más poderoso y hermoso que podemos experimentar como seres humanos.

Tenemos que arroparnos en los que queremos y nos quieren, porque a pesar de lo maravillosas que pueden ser las canciones, hay algo que resulta aún más difícil de explicar: los sentimientos que surgen cuando quieres a una persona. Es como si hubiera una conexión única e inexplicable que no puede ser plasmada en un papel o en una canción.

Es una experiencia única e individual que no puede ser replicada por nadie más. Cada persona tiene su propia forma de sentir y expresar el amor y el cariño hacia aquellos que quiere, y esa forma única y personal de sentir, es lo que lo hace tan especial y mágico.

Cuando sientas decaer tu ánimo, es fundamental que prestes atención a tu voz interior. Sin embargo, en ocasiones puede ser necesario encontrar un refugio seguro, donde puedes sentirte protegido y apoyado por aquellos que realmente te quieren, y que además, están dispuestos a brindarte su apoyo incondicional.

Recuerda que no estás solo y que siempre habrá alguien dispuesto a tenderte una mano amiga cuando la necesites.

"No es tanto la ayuda de nuestros amigos como la confianza de su ayuda"

Epicuro

M.A. López Molina

02/05/2023

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